εν το παν (en to pan) que en griego significa literalmente “todo es uno”, son tres palabras que aparecen junto al Uroboros en la obra “Chrysopoeia” presumiblemente escrita por Cleopatra en Alejandría en el siglo I a. C. Así como la Chrysopoeia, existen varias obras en diferentes latitudes del mundo y de épocas distintas que advierten que todo en el Universo es uno. Hace varios años Fritjof Capra, en “El Tao de la Física” expuso los resultados de varios estudios que le hicieron deducir que la escisión entre materia y espíritu, entre existencia y conciencia, vigente desde Newton y Descartes, había sido superada. Decía que el universo se concibe como una “red de relaciones entre diversas partes de un todo unificado”, del cual la mente humana es parte esencial.
Esta concepción, no es de ahora, ni siquiera me atrevería a creer que tiene sólo dos milenios, diría que el hombre conoce este hecho desde que existió. El universo es un todo en el que, para comprender sus partes, es necesario estudiar su interrelación con el resto de los fenómenos que suceden en él, es un proceso creativo interconectado en el que nada puede ser entendido por sí mismo, sino por su pertenencia a una mente infinita. Al igual que todo lo que existe en el universo, el conocimiento humano también está entrelazado, de ahí que muchas de las obras antiguas, incluyendo la Biblia, arriben al resultado descrito por Fritjof Capra y concuerden con las investigaciones y teorías más modernas sustentadas en el conocimiento científico. Basta advertir que hoy resulta muy difícil para la ciencia negar que todo tuvo origen en un punto infinitamente denso y una gran explosión, (el Big Bang). La materia es un todo integrado y lo que observamos –según Heisenberg- no es la naturaleza en sí, sino cómo ella se expone a un método investigativo. Esto significa que no habría diferencia entre objeto y sujeto, porque el objeto existe en tanto exista un sujeto que así lo constate. Este trabajo postula que el universo es una unidad mental y que ella proviene de un Universo paralelo. Estrellas, planetas, asteroides y todo, existe en la mente; la complejidad de los organismos, existe también en la mente, pero a diferencia de todo lo demás comparte un tipo de energía más antigua que este Universo, la vida. La vida no depende de las energías que el organismo requiere para subsistir, ni se extingue con la muerte del individuo, pues la muerte es sólo el resultado finito establecido en los cromosomas de un ser vivo, la cual conlleva la evolución de la especie.
La estructura de los seres vivos, su comportamiento, sus enfermedades, gustos y hasta el idioma de los seres humanos, está detalladamente descrito en un lenguaje codificado que es el ADN, el cual es modificado ante los diferentes cambios que existen en el medio ambiente y también por la mente. Todo en el universo guarda simetría perfecta en el tiempo, es decir, entre el presente, el pasado y el futuro y esta dimensión, también guarda relación con las tres dimensiones del espacio. No existen vacíos temporales ni espaciales, pues en la mente todo está interconectado, todo ha evolucionado en un perfecto orden y todo se rige conforme a las leyes de la naturaleza que ella misma ha dispuesto. Siendo así, el Universo entero existe por una razón, la vida y la existencia del Ser humano en el planeta Tierra, así lo postula el principio antrópico y así ha sido por la eterna sincronicidad que existe entre los niveles subátomicos y macrocósmicos, como lo demuestra la teoría de las super cuerdas y las once dimensiones. Precisamente, enseñan los textos esotéricos que todo viene de la unidad, que además todo está contenido y sustentado por la unidad; todo se conserva, vive y existe en la unidad. Aún más, ante un misterioso final de los tiempos, todo desaparece en la unidad, tal cual plantea la teoría del Big crunch. La Unidad, en los textos griegos, está simbolizada naturalmente por el punto, origen de la línea recta, del círculo y de toda figura geométrica. El Punto, en cuanto simboliza la unidad, es el centro de todo, en el cual se hallan contenidos el espacio, el tiempo y cualquier otra dimensión que existiere. La vida, la evolución, el ser humano, el conocimiento, la cultura y el lenguaje, tienen un mismo origen y forman una sola unidad con un mismo destino.
εν το παν (en to pan) que en griego significa literalmente “todo es uno”, son tres palabras que aparecen junto al Uroboros en la obra “Chrysopoeia” presumiblemente escrita por Cleopatra en Alejandría en el siglo I a. C.
Así como la Chrysopoeia, existen varias obras en diferentes latitudes del mundo y de épocas distintas que advierten que todo en el Universo es uno.
Hace varios años Fritjof Capra, en “El Tao de la Física” expuso los resultados de varios estudios que le hicieron deducir que la escisión entre materia y espíritu, entre existencia y conciencia, vigente desde Newton y Descartes, había sido superada. Decía que el universo se concibe como una “red de relaciones entre diversas partes de un todo unificado”, del cual la mente humana es parte esencial.
Esta concepción, no es de ahora, ni siquiera me atrevería a creer que tiene sólo dos milenios, diría que el hombre conoce este hecho desde que existió. El universo es un todo en el que, para comprender sus partes, es necesario estudiar su interrelación con el resto de los fenómenos que suceden en él, es un proceso creativo interconectado en el que nada puede ser entendido por sí mismo, sino por su pertenencia a una mente infinita.
Al igual que todo lo que existe en el universo, el conocimiento humano también está entrelazado, de ahí que muchas de las obras antiguas, incluyendo la Biblia, arriben al resultado descrito por Fritjof Capra y concuerden con las investigaciones y teorías más modernas sustentadas en el conocimiento científico. Basta advertir que hoy resulta muy difícil para la ciencia negar que todo tuvo origen en un punto infinitamente denso y una gran explosión, (el Big Bang).
La materia es un todo integrado y lo que observamos –según Heisenberg- no es la naturaleza en sí, sino cómo ella se expone a un método investigativo. Esto significa que no habría diferencia entre objeto y sujeto, porque el objeto existe en tanto exista un sujeto que así lo constate.
Este trabajo postula que el universo es una unidad mental y que ella proviene de un Universo paralelo.
Estrellas, planetas, asteroides y todo, existe en la mente; la complejidad de los organismos, existe también en la mente, pero a diferencia de todo lo demás comparte un tipo de energía más antigua que este Universo, la vida.
La vida no depende de las energías que el organismo requiere para subsistir, ni se extingue con la muerte del individuo, pues la muerte es sólo el resultado finito establecido en los cromosomas de un ser vivo, la cual conlleva la evolución de la especie.
La estructura de los seres vivos, su comportamiento, sus enfermedades, gustos y hasta el idioma de los seres humanos, está detalladamente descrito en un lenguaje codificado que es el ADN, el cual es modificado ante los diferentes cambios que existen en el medio ambiente y también por la mente.
Todo en el universo guarda simetría perfecta en el tiempo, es decir, entre el presente, el pasado y el futuro y esta dimensión, también guarda relación con las tres dimensiones del espacio. No existen vacíos temporales ni espaciales, pues en la mente todo está interconectado, todo ha evolucionado en un perfecto orden y todo se rige conforme a las leyes de la naturaleza que ella misma ha dispuesto.
Siendo así, el Universo entero existe por una razón, la vida y la existencia del Ser humano en el planeta Tierra, así lo postula el principio antrópico y así ha sido por la eterna sincronicidad que existe entre los niveles subátomicos y macrocósmicos, como lo demuestra la teoría de las super cuerdas y las once dimensiones.
Precisamente, enseñan los textos esotéricos que todo viene de la unidad, que además todo está contenido y sustentado por la unidad; todo se conserva, vive y existe en la unidad. Aún más, ante un misterioso final de los tiempos, todo desaparece en la unidad, tal cual plantea la teoría del Big crunch.
La Unidad, en los textos griegos, está simbolizada naturalmente por el punto, origen de la línea recta, del círculo y de toda figura geométrica.
El Punto, en cuanto simboliza la unidad, es el centro de todo, en el cual se hallan contenidos el espacio, el tiempo y cualquier otra dimensión que existiere.
La vida, la evolución, el ser humano, el conocimiento, la cultura y el lenguaje, tienen un mismo origen y forman una sola unidad con un mismo destino.