La música de las esferas



Desde los antiguos egipcios y griegos, las matemáticas demostraron que en el universo todo estaba unido en armonía numérica. El Sol y cada planeta vibran en octavas diferentes. Estas vibraciones pueden ser recogidas como ondas musicales, es lo que en el mundo esotérico y poético se ha dado en llamar "La música de las esferas".
Pitágoras estableció una relación entre las matemáticas, los planetas y los signos del zodiaco. Existe también una concordancia entre estos últimos, los colores y días de la semana. Podemos construir la "sinfonía" de nuestra carta natal, colocando las notas de la escala musical en el pentagrama que forman nuestros planetas, los signos y las casas. Los aspectos, nos darán el ritmo y el tono, y esta será la melodía que nos acompañe en el trayecto de esta vida.
Para Pitágoras, la armonía del universo se debe al hecho de que todo está ordenado y regulado según relaciones numéricas, lo cual se muestra, de forma paradigmática, en la música. Así, por ejemplo, los cuerpos celestes están colocados en torno a un fuego central a unas distancias que corresponden a los intervalos de la octava musical, por lo que, en sus movimientos, producen una especie de armonía, la llamada música de las esferas.
La creación, constituye pues, una sinfonía que se expresa en el movimiento circular y danzante de las esferas, en los cantos de los hombres y sus instrumentos como en  los sublimes sonidos del fondo del alma.
Ibn al Aziz encontró la música de las esferas en 1419. Astrónomo, músico y matemático derivó de la posición de los planetas un conjunto de series numéricas que, convenientemente transformadas y proyectadas sobre la escala frigia gregoriana producían, al ser interpretadas al laúd, un sonido mágico que hería los sentidos y nublaba la razón...
En el año 2001, Itu Erman, programador de sistemas noruego, redescubrió la fórmula de Aziz mientras experimentaba con música serial generada a partir de simulaciones gravitatorias.